Pope Francis

[Magda Hassan]

DESDE EL MOSTRADOR.CL
13 de Marzo de 2013
El nuevo Papa ha sido cuestionado por entregar a dos sacerdotes a manos de la represión

Los testimonios que apuntan a Bergoglio (Francisco I) en violaciones a los DD.HH. y muestran su complicidad con la dictadura militar argentina

Emilio Mignone, destacado especialista en el catolicismo argentino, en su libro "Iglesia y dictadura", editado en 1986, cuando Bergoglio no era conocido fuera del mundo eclesiástico, ejemplificó con su caso "la siniestra complicidad" con los militares, que "se encargaron de cumplir la tarea sucia de limpiar el patio interior de la Iglesia, con la aquiescencia de los prelados".

por Hans Hansen
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Un halo de oscuridad en temas de derechos humanos se cierne sobre el nuevo Papa, Jorge Mario Bergoglio, quien adoptó el nombre de Francisco I para su pontificado. Esto, pues en cuanto apareció por los balcones del Palacio apostólico hacia la Plaza de San Pedro, también empezaron a aparecer antecedentes que lo vinculan con la detención de sacerdotes durante la dictadura militar argentina.


Uno de los actores principales en las denuncias contra Bergoglio es el sacerdote Orlando Yorio, detenido en la Escuela de Mecánica de la Armada de Argentina -la temible ESMA, donde fueron torturados y desaparecieron miles opositores a la dictadura militar- de quien al declarar en los juicios contra las Juntas Militares de 1976 dijo que "Bergoglio nunca nos avisó del peligro que corríamos. Estoy seguro de que él mismo les suministró el listado con nuestros nombres a los marinos".
Al nuevo Pontífice se le menciona un poderoso vínculo con el entonces jefe de la Armada trasandina, Emilio Massera, ya que Bergoglio cuando integraba la plana mayor de la Universidad del Salvador, le otorgó al militar el título de "doctor honoris causa".
Sin embargo, la información publicada en Infoeducares.com.ar explica que los datos de la distinción al llamado "Almirante Cero" desaparecieron "misteriosamente" de los archivos del centro educacional y que el nuevo Papa "no recuerda el decisivo papel que jugó en ese homenaje al mandamás de la Marina".
"Esa tarde, Bergoglio escuchó a Massera pronunciar un ampuloso discurso sobre la indiferencia de los jóvenes, el amor promiscuo, las drogas alucinógenas y la "derivación previsible" de esa "escalada sensorial" en "el estremecimiento de la fe terrorista". Con una sonrisa en los labios, el dueño y señor de la Esma también aseguró que la Universidad era "el instrumento más hábil para iniciar una contraofensiva" de Occidente. Aunque aplaudió fervorosamente, el discreto Bergoglio no subió al estrado. Sí lo hicieron sus fieles discípulos de Guardia de Hierro, la poderosa organización paramilitar en la que Bergoglio militaba desde 1972 y que posteriormente intervino en la apropiación de los bienes de los desaparecidos", recuerda el escrito.
Además, se menciona que un informe de inteligencia de la Side, organismo especializado en el seguimiento de los temas y los actores eclesiásticos de la época que se conserva en un archivo de la Cancillería sostiene que Bergoglio se proponía limpiar la Compañía de "jesuitas zurdos".
El sacerdote, fallecido en 2000, repitió hasta el cansancio que "no tengo indicios para pensar que Bergoglio nos liberó, al contrario. A mis hermanos les avisó que yo había sido fusilado, no sé si lo dijo como cosa posible o segura, para que fueran preparando a mi madre. Cuando quedé en libertad, Bergoglio me confesó que dos veces lo visitó un oficial de la policía para avisarle sobre nuestro fusilamiento. Fuera del país, en The New York Times se publicó la noticia de nuestra muerte, la Cruz Roja internacional tenía esa información".
A su juicio, Bergoglio "tenía comunicación con el almirante Massera, le habrían informado que yo era el jefe de los guerrilleros y por eso se lavó las manos y tuvo esa actitud doble. No esperaba que no pudieran encontrar nada para acusarme ni que saliera vivo".
Incluso sostenía que Bergoglio estuvo presente en la casa operativa de la Armada en la que pasaron varios meses luego de salir de la Esma, mencionando que "una vez nos dijeron que teníamos una visita importante. Vino un grupo de gente a la que no pudimos ver porque estábamos con los ojos vendados, pero Francisco Jalics sintió que uno era Bergoglio".
Lavado de imagen
En tanto, una columna de Horacio Verbitsky indica que Bergoglio está emprendiendo "una operación de lavado de imagen con la publicación de un libro autobiográfico".
"El ostensible propósito de "El Jesuita", como se titula, es defender su desempeño como provincial de la Compañía de Jesús entre 1973 y 1979, manchado por las denuncias de los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jalics de que los entregó a los militares. Ambos estuvieron secuestrados cinco meses a partir de mayo de 1976. En cambio nunca reaparecieron las cuatro catequistas y dos de sus esposos secuestrados dentro del mismo operativo", precisa la publicación.
Entre ellos se encontraban Mónica Candelaria Mignone, hija del fundador del CELS, Emilio Mignone, y María Marta Vázquez Ocampo, de la presidente de Madres de Plaza de Mayo, Martha Ocampo de Vázquez.
Emilio Mignone, destacado especialista en el catolicismo argentino, en su libro "Iglesia y dictadura", editado en 1986, cuando Bergoglio no era conocido fuera del mundo eclesiástico, ejemplificó con su caso "la siniestra complicidad" con los militares, que "se encargaron de cumplir la tarea sucia de limpiar el patio interior de la Iglesia, con la aquiescencia de los prelados".
De acuerdo con el fundador del Centro de Estudios Legales y Sociales, "durante una reunión con la Junta Militar en 1976 el entonces presidente de la Conferencia Episcopal y vicario castrense, Adolfo Servando Tortolo, acordó que antes de detener a un sacerdote las Fuerzas Armadas avisarían al obispo respectivo".
Agrega Mignone que "en algunas ocasiones la luz verde fue dada por los mismos obispos. El 23 de mayo de 1976 la Infantería de Marina detuvo en el barrio del Bajo Flores al presbítero Orlando Yorio y lo mantuvo durante cinco meses en calidad de desaparecido. Una semana antes de la detención, el arzobispo [Juan Carlos] Aramburu le había retirado las licencias ministeriales, sin motivo ni explicación. Por distintas expresiones escuchadas por Yorio en su cautividad, resulta claro que la Armada interpretó tal decisión y, posiblemente, algunas manifestaciones críticas de su provincial jesuita, Jorge Bergoglio, como una autorización para proceder contra él. Sin duda, los militares habían advertido a ambos acerca de su supuesta peligrosidad".
La nota cita a quien fue su colaboradora en el CELS, la abogada Alicia Oliveira, quien dijo "que su amigo Bergoglio, preocupado por la inminencia del Golpe, temía por la suerte de los sacerdotes del asentamiento y les pidió que salieran de allí. Cuando los secuestraron, trató de localizarlos y procurar su libertad, así como ayudó a otros perseguidos. A raíz de aquella nota, Orlando Yorio se comunicó conmigo desde el Uruguay, donde vivía. Por teléfono y correo electrónico refutó las afirmaciones de Bergoglio y Oliveira. "Bergoglio no nos avisó del peligro en ciernes" y "tampoco tengo ningún motivo para pensar que hizo algo por nuestra libertad, sino todo lo contrario", dijo. Los dos sacerdotes "fueron liberados por las gestiones de Emilio Mignone y la intercesión del Vaticano y no por la actuación de Bergoglio, que fue quien los entregó", agregó Angélica Sosa de Mignone, Chela, la esposa durante medio siglo del fundador del CELS. Sus testimonios se incluyeron en la nota "La llaga abierta", que se publicó el 9 de mayo de 1999. También se transmitieron allí las posiciones de Bergoglio y del otro cura secuestrado aquel día, Francisco Jalics", menciona.
Verbitsky también refuta la versión de Bergoglio respecto a que negó haber aconsejado a los funcionarios de Culto de la Cancillería que rechazaran la solicitud de renovación de pasaporte de Jalics, que él mismo presentó.
Según lo que cuenta Bergoglio, el funcionario que recibió el trámite le preguntó por "las circunstancias que precipitaron la salida de Jalics", a lo cual asegura que le respondió: "A él y a su compañero los acusaron de guerrilleros y no tenían nada que ver" y agrega que "el autor de la denuncia en mi contra revisó el archivo de la Secretaría de Culto y lo único que mencionó fue que encontró un papelito de aquel funcionario en el que había escrito que yo le dije que fueron acusados de guerrilleros. Había consignado esa parte de la conversación pero no la otra en la que yo le señalaba que los sacerdotes no tenían nada que ver. Además el autor de la denuncia soslaya mi carta, donde yo ponía la cara por Jalics y hacía la petición".
Ante este hecho, Verbitsky sostiene que "nada fue así. En notas publicadas aquí y en mis libros El Silencio y Doble juego, narré la historia completa y publiqué todos los documentos, comenzando por la carta por cuya omisión Bergoglio reclama. Luego sigue la recomendación del funcionario de Culto que lo recibió, Anselmo Orcoyen: "En atención a los antecedentes del peticionante, esta Dirección Nacional es de opinión que no debe accederse". El tercer documento es el definitorio. Ese papelito, firmado por Orcoyen, dice que Jalics tenía actividad disolvente en comunidades religiosas femeninas y conflictos de obediencia, que estuvo con Yorio en la ESMA (detenido, dice, en vez de secuestrado) "sospechoso contacto guerrilleros". El punto más interesante es el siguiente, porque remite a intimidades de la Compañía de Jesús, vistas desde la óptica de Bergoglio, que no había ninguna necesidad de confiar al funcionario de la dictadura: "Vivían en pequeña comunidad que el Superior Jesuita disolvió en febrero de 1976 y se negaron a obedecer solicitando la salida de la Compañía el 19/3". Agrega que Yorio fue expulsado de la Compañía y que "ningún obispo del Gran Buenos Aires lo quiso recibir". La Nota Bene final es ilevantable: dice Orcoyen que estos datos le fueron suministrados "por el padre Jorge Mario Bergoglio, firmante de la nota con especial recomendación de que no se hiciera lugar a lo que solicita".
Omisiones en temas de derechos humanos
Bergoglio afirma que las declaraciones episcopales sobre los derechos humanos, incluidas en el libro "Iglesia y democracia en la Argentina", que él editó en 2006, están completas, "no con omisiones como algunos periodistas señalaron con mala intención".
Sin embargo, el autor de la publicación en Página 12 precisa que "el memo sobre la reunión del 15 de noviembre de 1976 de Primatesta, Juan Carlos Aramburu y Zazpe con la Junta Militar se reproduce en su versión original, tal como está archivado en la sede episcopal de la calle Suipacha ("Reunión de la Junta Militar con la Comisión Ejecutiva de la CEA, 15.IX.1976". Comisión Ejecutiva de la CEA. Caja 24, Carpeta II. Documento 10.937). También se puede leer la transcripción de Bergoglio treinta años después en un libro que prologó con la frase: "No debemos tener miedo a la verdad de los documentos". Puede verse así que suprimió el concepto central expresado en la introducción, de "aclarar la posición de la Iglesia", para dejar en claro que "de ninguna manera pretendemos plantear una posición de crítica a la acción de gobierno" dado que "un fracaso llevaría, con mucha probabilidad, al marxismo", por lo cual "acompañamos al actual proceso de re-organización del país". En forma explícita menciona la "adhesión y aceptación" episcopal.
El cotejo permite advertir el cambio en la numeración de la minuta, en cuya edición oficial se omitió que incluso a solas los tres miembros de la Comisión Ejecutiva Episcopal atribuyeron la represión sin ley a niveles intermedios, mientras destacaban "los notables esfuerzos del gobierno en pro del país" y la "imagen buena de las supremas autoridades". Para no verse obligados a "un silencio comprometedor de nuestras conciencias que, sin embargo, tampoco le serviría al proceso" o "un enfrentamiento que sinceramente no deseamos" la Iglesia propuso abrir "un canal de comunicación" con la Junta Militar. Esa prueba de promiscuidad con la dictadura, que en el original está encabezada por el título "Lo que tememos", fue suprimida en la recopilación de Bergoglio. Al año siguiente, el obispo Oscar Justo Laguna, reconoció la "total ineficacia" de esa Comisión de Enlace que integraba, en una nota manuscrita a Zazpe. Sin embargo, las amables reuniones mensuales continuaron durante todo el régimen militar. Al comentar esa carta, en 2002, otro miembro de la Comisión, Carlos Galán, le escribió a Laguna: "¡Quién nos diera poder vivir de nuevo con la experiencia adquirida". Fantasía vana. Sólo se vive una vez".

English translation of the above.

The new Pope has been challenged by two priests to deliver hands of repression
The evidence pointing to Bergoglio (Francis I) DD.HH. violations and show their complicity with the military dictatorship in Argentina

Emilio Mignone, a leading specialist in Argentine Catholicism, in his book "Church and dictatorship", published in 1986, when it was known Bergoglio outside the ecclesiastical world, exemplified by the case "the sinister complicity" with the military, which "took care to accomplish the task of cleaning the dirty courtyard of the Church, with the acquiescence of the prelates. "

by Hans Hansen

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A halo of darkness in human rights issues hanging over the new Pope, Jorge Mario Bergoglio, who adopted the name of Francis I for his pontificate. This, then appeared in the balcony of the Apostolic Palace to St. Peter's Square, also began to appear history linking him to the detention of priests during Argentina's military dictatorship.
One of the major players in the allegations against the priest Bergoglio Orlando Yorio, held at the School of Naval Mechanics of Argentina-the dreaded ESMA, where thousands were tortured and disappeared opponents of the military dictatorship of who to testify in trials against the military junta in 1976 said "Bergoglio never warned us of the danger we ran. I am sure that he himself provided the list of our names to the navy ".
The new Pope is mentioned a powerful bond with then trans-andina Navy chief, Emilio Massera, as Bergoglio when integrated the staff of the University of Salvador, the military awarded the title of "Doctor Honoris Causa".
However, the information published in Infoeducares.com.ar data explains the distinction to call "Admiral Zero" disappeared "mysteriously" from the archives of educational center and that the new Pope "does not remember the crucial role played in that tribute to the boss of the Navy. "
"That afternoon, Bergoglio heard Massera deliver a pompous speech about the indifference of the young, promiscuous love, and hallucinogenic drugs" derivation foreseeable "that" sensory escalation "in" the thrill of the terrorist faith. " With a smile, the master of the ESMA also said that the University was "the instrument most able to launch a counter-offensive" of the West. While fervently applauded, not the discreet Bergoglio took the stand. Yes they did have their faithful disciples of the Iron Guard, the powerful paramilitary organization in which Bergoglio had belonged since 1972 and later took part in the ownership of the assets of the disappeared, "says the letter.
Furthermore, it is mentioned that an intelligence report of Side, specialized agency in monitoring issues and actors of the era-church preserved in an archive of the Foreign Ministry maintains that it was proposed by Bergoglio to clean the Company (Society of Jesus - Jesuits) of "Jesuits lefties ".
The priest, who died in 2000, repeated over and over that "I have no evidence to believe that Bergoglio delivered us to the contrary. My brothers told them that I had been shot, if he did not know a thing possible or safe, so that they were preparing to tell my mother. When I was released, Bergoglio confessed that he twice visited a police officer to alert our squad. Outside the country, in The New York Times published the news of our death, the International Red Cross had that information. "
In his view, Bergoglio "had communication with Admiral Massera, would have reported that I was the leader of the guerrillas and so he washed his hands and took double that attitude. I did not expect that they could not find anything to accuse me or get out alive. "
Even Bergoglio held that attended the Navy's operational house in which was several months after leaving the ESMA, stating that "once we were told we had an important visit. Came a group of people I could not see because we were blindfolded, but Francisco Jalics felt that one was Bergoglio. "
Whitewash
Meanwhile, Horacio Verbitsky column indicates that Bergoglio is undertaking "a whitewash operation with the publication of an autobiography".
"The ostensible purpose of" The Jesuit ", as titled, is defending his tenure as provincial of the Jesuits between 1973 and 1979, tainted by allegations of priests Orlando Yorio and Francisco Jalics that he gave them to the military. Both were abducted for five months from May 1976. But never reappeared were four catechists and kidnapped two of their husbands in the same operation, "says the publication.
Among them were Monica Candelaria Mignone, daughter of the founder of CELS, Emilio Mignone, and Maria Marta Vazquez Ocampo, president of the Mothers of Plaza de Mayo, Martha Vazquez Ocampo.
Emilio Mignone, a leading specialist in Argentine Catholicism, in his book "Church and dictatorship", published in 1986, when it was known Bergoglio outside the ecclesiastical world, exemplified by the case "the sinister complicity" with the military, which "took care accomplish the task of cleaning the dirty courtyard of the Church, with the acquiescence of the prelates. "
According to the founder of the Center for Legal and Social Studies, "during a meeting with the military junta in 1976 the then president of the Episcopal Conference and military chaplain, Adolfo Servando Tortolo, before stopping agreed that a priest would warn Armed Forces the respective bishop ".
Mignone added that "sometimes the green light was given by the bishops themselves. On May 23, 1976 the Marines stopped in the Bajo Flores neighborhood priest Orlando Yorio and kept for five months as disappeared. A week before the arrest, Archbishop [Juan Carlos] Aramburu had withdrawn the ministerial licenses, without reason or explanation. For various expressions heard by Yorio in captivity, it is clear that the Navy played such a decision and possibly some demonstrations reviews of Jesuit provincial, Jorge Bergoglio, as an authority to proceed against him. Certainly, the military had warned both about their alleged dangerousness ".
The note cites who was his collaborator in the CELS, counsel Alicia Oliveira, who said "that his friend Bergoglio, concerned about the impending coup, feared for the fate of the priests of the settlement and asked them to get out of there. When kidnapped, tried to locate them and seek their freedom, and helped others persecuted. Following that note, Orlando Yorio contacted me from Uruguay, where he lived. By phone and email refuted claims Bergoglio and Oliveira. "Bergoglio failed to warn us of danger waiting to happen" and "I have no reason not to think he did something for our freedom, but rather the opposite," he said. The two priests "were freed by the efforts of Emilio Mignone and intercession of the Vatican and not by the actions of Bergoglio, who first gave them," said Angelica Sosa of Mignone, Chela, for half a century the wife of the founder of CELS. Their testimonies were included in the note "The open sore", which was published on May 9, 1999. There were also transmitted Bergoglio positions and another priest kidnapped that day, Francisco Jalics "he says.
Verbitsky also refutes the version of Bergoglio regarding who denied having advised officials of the Foreign Ministry Worship to reject the application for renewal of passport Jalics, which he submitted.
According to what has Bergoglio, the official who received the procedure asked about "the circumstances that precipitated the departure of Jalics", to which ensures that said, "He and his partner were charged with guerrillas and had nothing to do "adding that" the author of the complaint against me reviewed the archives of the Ministry of Worship and the only thing he mentioned was that he found a note of that officer had written in which I told him I was accused of being guerrillas. He had entered that part of the conversation but not the one in which I stated that the priests had nothing to do. Also the author of the complaint ignores my letter, where I put up for Jalics and made the request."

Given this fact, Verbitsky argues that "it was nothing like that". In notes published here and in my books and Double Silence game, I narrated the whole story and published all documents, beginning with the letter claims the omission Bergoglio. Then follows the recommendation of the officer who received Worship, Orcoyen Anselmo: "In view of the background to the petitioner, this Directorate is of the opinion that should not be accessed." The third document is the defining. That piece of paper, signed by Orcoyen, said disolute activity Jalics had female religious communities and conflicts of obedience, he was with the ESMA Yorio (pause, says, rather than abducted) "suspected guerrillas contact". The most interesting point is the following, because it refers to intimacies of the Society of Jesus, as seen from the perspective of Bergoglio, that there was no need to trust the official of the dictatorship: "They lived in small community dissolved the Jesuit Superior in February 1976 and refused to obey output requesting the Company on 19/3. " Add to Yorio was expelled from the Company and that "no bishop of Buenos Aires it would receive." It ends in an inevitable bad note: Orcoyen says that these data were supplied "by Father Jorge Mario Bergoglio, signed the note with special recommendation that did not rise to what we requested."
Omissions in human rights issues
Bergoglio says episcopal declarations on human rights, including in the book "Church and Democracy in Argentina", which he published in 2006, are complete, "not as some journalists noted omissions in bad faith."
However, the author of the publication on page 12 states that "the memo on the meeting of November 15, 1976 in Primatesta, Juan Carlos Aramburu and Zazpe with the military junta is reproduced in its original version, as it is filed with the Episcopal Suipacha street ("Military Board Meeting with the Executive Committee of the CEA, 15.IX.1976." CEA Executive Committee. Box 24, Folder II. document 10937). You can also read the transcript of Bergoglio thirty years later in a book prefaced with the phrase: "We must not be afraid of the truth of the documents." Can be removed so the central concept expressed in the introduction, "to clarify the position of the Church", to make clear that "in no way try to create a position of criticism of government action" as "a failure would , most likely, to Marxism ", for which" accompany the ongoing process of re-organization of the country. " Explicitly mentions the "accession and acceptance" episcopal.
The comparison allows to notice the change in the numbering of the bill, whose official edition was omitted alone even the three members of the Executive Committee Episcopal lawless repression attributed to intermediate levels, while highlighting "the remarkable efforts of the government in favor the country "and" good image of the supreme authorities. " To avoid having to "a compromising silence of our consciousness that, however, will not serve the process" or "a confrontation that honestly did not want" the Church proposed to open "a channel of communication" with the military junta. Such evidence of promiscuity with the dictatorship, which in the original is headed by the title "What we fear", was suppressed in collecting Bergoglio. The following year, Bishop Justo Oscar Laguna, acknowledged the "total ineffectiveness" of the Liaison Committee that integrated, in a handwritten note to Zazpe. However, the kind monthly meetings continued throughout the military regime. Commenting on the letter, in 2002, another member of the Commission, Carlos Galán, Laguna wrote: "Who will give us power to live again with the experience." Wishful thinking. You only live once."